martes, 7 de mayo de 2013

#6


... Viene de #5


2006. Ella fuma en el sofá. En ese lado del sofá.
De nuevo: With the lights out, it’s less dangerous…
(Como hablo desde mi presente, y mi presente tiene lugar deslizándome por este abismo entre los cojines del sofá, no puedo moverme para escenificarlo. Pero que quede claro que esto no es una maniobra de distanciamiento. Al fin y al cabo, ya me han visto deshacerme en este sofá).
Decía que ella fuma. En ese lado del sofá.
Cuando digo ella, ahora, no utilizo la tercera persona por utilizarla. No me refiero a Leonor, ni a L. (Señala a su alrededor) A ninguna de ellas.
(Señala) Me refiero a ella.
Ella.
Después de él.
Y también de él.
Ella.
O sea esta es la historia de una ella como un él… De una ella que podría haber sido un él… Pero que fue una ella. ¿Me explico?
Esta es la historia de ella.
Pues ella tenía un corazón que parecía un gigantesco pastel. Quiero decir. Ya sabes.
(Además de una gran, gran tristeza).
So… ella fumaba en ese lado de un sofá viejo y descolorido, descubierto entre las basuras y arrastrado cuatro pisos arriba (sin ascensor).
En el sofá anidó el olor a pastel. El olor a ella.
(Como anidó, en su momento, el de los pies de aquel él, el de la inundación).
(L. se ha dado ya cuenta de que bajo el influjo de los sofás, es víctima sin remedio del poder de los olores).
Ella fumaba y jugaba en ese lado del sofá.
(L. está perdida).
(L. no tiene escapatoria).
Y L. aspiraba el olor de ella y sabía que estaba atrapada y eso le encantaba le ponía le excitaba.
(El sofá como castigador).
Y mientras, el pastel seguía creciendo y creciendo.
Desde su lado del sofá, L. decidió. Desde su lado del sofá, L quiso. Desde su lado del sofá, L. lentamente. L. Desde su lado del sofá.
Tirarse en.
Sumergirse en.
Ahogarse en.
Pastel de merengue que crece y crece y crece.
Hello, hello, hello, how low…
Y con el merengue a punto de nieve y el olor a pastel y las sopas de medianoche y las basuras y thelma&louise y. L. empezó sangrar. Una hemorragia abierta e incontrolada sobre el sofá.
(El merengue como anticoagulante natural)
(Los gigantescos corazones/pastel sobre sofás viejos: juegan y juegan y juegan y. No permiten que se cierren. Las heridas. No.
Hasta que es demasiado tarde. No).
Hello, hello, hello, how low…
Y a L. siempre le ha encantado la sangre. La suya.
Revolcarse en.
Chapotear en.
Rociarse con.
Ella. (La sangre).
(L. está perdida).
(L. no tiene escapatoria).
Pero el sofá. Incluso aquel sofá tan viejo. El sofá no perdona. Bebe. Chupa. Seca. (La sangre).
Durante varios siglos ella fumaba y se reía y jugaba jugaba jugaba.
Durante varios siglos L. sangraba sangraba sangraba.
Our little tribe has always been,
And always will until the end…
Durante varios siglos. Atrapada en el sofá.
Como es.
Hello, hello, hello, how low…
Y un día.
thelma&louise acelerando contra el mundo. 
Una vez.
Alargar la mano y tocar.
A ella.
Morder.
Una sola vez.
El.
Merengue.
(Así, sin metáforas y sin poesía).
Hello, hello, hello, how low…
Pero no. L. no pudo no.
Porque el sofá. (Incluso aquel sofá tan viejo). Porque el sofá. Porque ella. Porque el sofá el sofá porque ella.
Y ella abraza y consuela. Y ella enciende un cigarro y L. se lo fuma.
(Y esta vez, sí es la primera).
Y L. se queda sentada.
Y la hostia de thelma&louise.
Y el terror a que ella desaparezca.
(Y L. está perdida)
(Y L. no tiene escapatoria)
Hola, hola, hola… Hello, hello, hello.
En realidad no había merengue. (Solo tristeza).
Y ella ya había desaparecido.
(Saca la mano de entre los cojines y permanece de rodillas)
En realidad, L. también.
(Pausa.
Susurra) Un mulato
Un albino
Un mosquito
Mi libido
Yeah
L. se siente como cayendo (feels like falling dropping away) por la grieta entre los dos cojines. Ese abismo entre los dos lados del sofá. Ya sabes.
Ya sé.
Como la cera Manley.
Como todas las inundaciones y las tempestades de agua o de algún líquido peor.
Hasta fundirse con el sofá. Hasta ser un sofá.
(Silencio.
Aún de rodillas.
Mira a su alrededor)
El sofá es así.
El sofá decide con qué parte de ti se queda. No importa lo deprisa que remes, lo rápido que bajes los cuatro pisos sin ascensor, lo veloz que, como Alicia, caigas y caigas y caigas por ese abismo.
Cuando abres los ojos ya nada es igual.
L. ya no es la misma L. que fue.
El sofá ha impartido justicia, ha ejecutado su castigo:
Leonor debe morir.
(Vuelve a su sitio inicial)
Here I am.
Here we are.
Todas nosotras.
Hijas de nuestro tiempo.
Supervivientes de la tempestad, de la inundación. Supervivientes natas del sofá.
Solo consciente a medias, como en un estado de sempiterna duermevela, Leonor se desangraba sobre el sofá sin apenas darse cuenta… La canción era Smells Like Teen Spirit. Y la respuesta es no: la sangre NUNCA sale de la tapicería.
Fuck you all.

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