... Viene de #5
2006. Ella fuma en el sofá. En ese lado del sofá.
De nuevo: With the lights out, it’s less
dangerous…
(Como hablo desde mi presente, y mi presente tiene
lugar deslizándome por este abismo entre los cojines del sofá, no puedo moverme
para escenificarlo. Pero que quede claro que esto no es una maniobra de distanciamiento.
Al fin y al cabo, ya me han visto deshacerme en este sofá).
Decía que ella fuma. En ese lado del sofá.
Cuando digo ella, ahora, no utilizo la tercera
persona por utilizarla. No me refiero a Leonor, ni a L. (Señala a su
alrededor) A ninguna de ellas.
(Señala) Me refiero a ella.
Ella.
Después de él.
Y también de él.
Ella.
O sea esta es la historia de una ella como un él…
De una ella que podría haber sido un él… Pero que fue una ella. ¿Me explico?
Esta es la historia de ella.
Pues ella tenía un corazón que parecía un
gigantesco pastel. Quiero decir. Ya sabes.
(Además de una gran, gran tristeza).
So… ella fumaba en ese lado de un sofá viejo y
descolorido, descubierto entre las basuras y arrastrado cuatro pisos arriba
(sin ascensor).
En el sofá anidó el olor a pastel. El olor a ella.
(Como anidó, en su momento, el de los pies de aquel
él, el de la inundación).
(L. se ha dado ya cuenta de que bajo el influjo de
los sofás, es víctima sin remedio del poder de los olores).
Ella fumaba y jugaba en ese lado del sofá.
(L. está perdida).
(L. no tiene escapatoria).
Y L. aspiraba el olor de ella y sabía que estaba
atrapada y eso le encantaba le ponía le excitaba.
(El sofá como castigador).
Y mientras, el pastel seguía creciendo y creciendo.
Desde su lado del sofá, L. decidió. Desde su lado
del sofá, L quiso. Desde su lado del sofá, L. lentamente. L. Desde su lado del
sofá.
Tirarse en.
Sumergirse en.
Ahogarse en.
Pastel de merengue que crece y crece y crece.
Hello, hello, hello, how low…
Y con el merengue a punto de nieve y el olor a
pastel y las sopas de medianoche y las basuras y thelma&louise y. L. empezó
sangrar. Una hemorragia abierta e incontrolada sobre el sofá.
(El merengue como anticoagulante natural)
(Los gigantescos corazones/pastel sobre sofás viejos:
juegan y juegan y juegan y. No permiten que se cierren. Las heridas. No.
Hasta que es demasiado tarde. No).
Hello, hello, hello, how low…
Y a L. siempre le ha encantado la sangre. La suya.
Revolcarse en.
Chapotear en.
Rociarse con.
Ella. (La sangre).
(L. está perdida).
(L. no tiene escapatoria).
Pero el sofá. Incluso aquel sofá tan viejo. El sofá
no perdona. Bebe. Chupa. Seca. (La sangre).
Durante varios siglos ella fumaba y se reía y
jugaba jugaba jugaba.
Durante varios siglos L. sangraba sangraba sangraba.
Our little tribe has always been,
And always
will until the end…
Durante varios siglos. Atrapada en el sofá.
Como es.
Hello, hello, hello, how low…
Y un día.
thelma&louise acelerando contra el mundo.
Una vez.
Alargar la mano y tocar.
A ella.
Morder.
Una sola vez.
El.
Merengue.
(Así, sin metáforas y sin poesía).
Hello, hello, hello, how low…
Pero no. L. no pudo no.
Porque el sofá. (Incluso aquel sofá tan viejo).
Porque el sofá. Porque ella. Porque el sofá el sofá porque ella.
Y ella abraza y consuela. Y ella enciende un
cigarro y L. se lo fuma.
(Y esta vez, sí es la primera).
Y L. se queda sentada.
Y la hostia de thelma&louise.
Y el terror a que ella desaparezca.
(Y L. está perdida)
(Y L. no tiene escapatoria)
Hola, hola, hola… Hello, hello, hello.
En realidad no había merengue. (Solo tristeza).
Y ella ya había desaparecido.
(Saca la mano de entre los cojines y permanece
de rodillas)
En realidad, L. también.
(Pausa.
Susurra)
Un
mulato
Un albino
Un mosquito
Mi libido
Yeah
Un albino
Un mosquito
Mi libido
Yeah
L. se siente como cayendo (feels like falling
dropping away) por la grieta entre los dos cojines. Ese abismo entre los dos
lados del sofá. Ya sabes.
Ya sé.
Como la cera Manley.
Como todas las inundaciones y las tempestades de
agua o de algún líquido peor.
Hasta fundirse con el sofá. Hasta ser un sofá.
(Silencio.
Aún de rodillas.
Mira a su alrededor)
El sofá es así.
El sofá decide con qué parte de ti se queda. No
importa lo deprisa que remes, lo rápido que bajes los cuatro pisos sin
ascensor, lo veloz que, como Alicia, caigas y caigas y caigas por ese abismo.
Cuando abres los ojos ya nada es igual.
L. ya no es la misma L. que fue.
El sofá ha impartido justicia, ha ejecutado su
castigo:
Leonor debe morir.
(Vuelve a su sitio inicial)
Here I am.
Here we are.
Todas nosotras.
Hijas de nuestro tiempo.
Supervivientes de la tempestad, de la inundación.
Supervivientes natas del sofá.
Solo consciente a medias, como en un estado de
sempiterna duermevela, Leonor se desangraba sobre el sofá sin apenas darse
cuenta… La canción era Smells Like Teen Spirit. Y la respuesta es no: la sangre
NUNCA sale de la tapicería.
Fuck you all.